Los problemas de deuda de Irlanda continúan resurgiendo, lo que genera más noticias negativas sobre el euro y prolonga las preocupaciones sobre la viabilidad a largo plazo de la salud de la zona euro.
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Irlanda se convirtió en miembro del notorio grupo PIIGS a principios de este año, solo uno de varios países de la periferia de la zona euro se enfrentaron con una deuda excesiva. Junto con Portugal, Italia, Grecia y España, Irlanda contribuyó a hacer las noticias al anunciar que debía una deuda externa de hasta el 1.305% de su PBI, convirtiéndola en la nación más endeudada del mundo.
Desde entonces, se han anunciado numerosos programas de reestructuración de deuda en un esfuerzo por reducir la carga de deuda de Irlanda y aún así tener un gobierno en funcionamiento. Las tres grandes agencias de calificación crediticia (SP's, Fitch y Moody's) recortaron la calificación crediticia de Irlanda, y la última rebaja se produjo el 30 de septiembre.ActualizarLos últimos acontecimientos no son un buen augurio para la economía celta.
El martes, un grupo de ministros de finanzas se reunió y acordaron un marco para ayudar al sistema financiero de Irlanda. Mañana, un equipo de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo viajarán a Irlanda para analizar los detalles de un paquete de ayuda.
Dublín ha expresado hasta ahora su reticencia a aceptar cualquier paquete de rescate, sabiendo las ramificaciones negativas que tal medida podría tener para la confianza del mercado y la economía irlandesa en general.
Pero los líderes temen que el sistema financiero sea demasiado débil para durar mucho más tiempo, a pesar de que afirman que el gobierno está financiado durante el primer semestre de 2011.